Psic. Blanca Cecilia Muñoz Magaña
Según algunos estudios que miden las relaciones sociales entre los miembros de un grupo, se puede obtener la información suficiente que indica la preferencia por algunos integrantes a diferencia de otros. La pregunta que surge es: ¿qué características tienen estos chic@s que los hace tan especiales?
Bueno comencemos por mencionar que los niños populares tienden a mostrarse saludables y vigorosos, capaces de mostrar iniciativa, piensan generalmente con originalidad, pero principalmente irradian autoconfianza mostrando seguridad en sus acciones, y cabe señalar que también suelen ser físicamente más atractivos que los no populares.
Los impopulares son los chicos marginados del grupo, los que no son tomados en cuenta para las actividades comunes de la escuela o las deportivas, los que escogen al último y que tristemente se preguntan ¿por qué no quieren jugar conmigo?
Esta condición puede deberse a muchas causas, algunas veces estos pequeños muestran agresión injustificada y hostilidad, otras veces puede ser por inmadurez con respecto a los demás, o porque están ansiosos y reflejan falta de confianza que repele a los compañeros.
¿Cómo ayudarlos?
Lo primero es darle la importancia adecuada a esta situación, ya que el sentimiento que provoca en los chicos es realmente de tristeza y baja la autoestima, porque además se están privando de una experiencia básica para su desarrollo: la positiva interacción con otros jovencitos que los ayuda a crecer como individuos. Además se proyectará con la forma de relacionarse posteriormente como adultos y de adaptarse a su medio.
Es importante ayudarlos a desarrollar habilidades sociales, por ejemplo que muestren interés en las conversaciones con los demás, que permitan abrirse a dialogar sobre ellos mismos, fomentar el ejercicio físico, ya que es un factor fundamental en la edad escolar, brindarles elementos que les ayuden a elevar su autoestima para que proyecten seguridad en sí mismos, y podemos ayudar creyendo nosotros también en ellos, darles confianza para que puedan externarla. Lo importante es que los niños sientan nuestro apoyo y cercanía en este proceso tan importante de adaptación al medio, no olvidemos que es la base, en gran medida, del hombre y la mujer del mañana.
Seguramente alguna vez hemos escuchado que Anita o Pedrito son muy populares en la escuela, que son aceptados y a veces imitados, que todos quieren jugar con ellos o estudiar con ellos, pero realmente ¿qué hace que sobresalgan de los demás, qué los hace tan populares?
Según algunos estudios que miden las relaciones sociales entre los miembros de un grupo, se puede obtener la información suficiente que indica la preferencia por algunos integrantes a diferencia de otros. La pregunta que surge es: ¿qué características tienen estos chic@s que los hace tan especiales?
Bueno comencemos por mencionar que los niños populares tienden a mostrarse saludables y vigorosos, capaces de mostrar iniciativa, piensan generalmente con originalidad, pero principalmente irradian autoconfianza mostrando seguridad en sus acciones, y cabe señalar que también suelen ser físicamente más atractivos que los no populares.
Los impopulares son los chicos marginados del grupo, los que no son tomados en cuenta para las actividades comunes de la escuela o las deportivas, los que escogen al último y que tristemente se preguntan ¿por qué no quieren jugar conmigo?
Esta condición puede deberse a muchas causas, algunas veces estos pequeños muestran agresión injustificada y hostilidad, otras veces puede ser por inmadurez con respecto a los demás, o porque están ansiosos y reflejan falta de confianza que repele a los compañeros.
¿Cómo ayudarlos?
Lo primero es darle la importancia adecuada a esta situación, ya que el sentimiento que provoca en los chicos es realmente de tristeza y baja la autoestima, porque además se están privando de una experiencia básica para su desarrollo: la positiva interacción con otros jovencitos que los ayuda a crecer como individuos. Además se proyectará con la forma de relacionarse posteriormente como adultos y de adaptarse a su medio.
Es importante ayudarlos a desarrollar habilidades sociales, por ejemplo que muestren interés en las conversaciones con los demás, que permitan abrirse a dialogar sobre ellos mismos, fomentar el ejercicio físico, ya que es un factor fundamental en la edad escolar, brindarles elementos que les ayuden a elevar su autoestima para que proyecten seguridad en sí mismos, y podemos ayudar creyendo nosotros también en ellos, darles confianza para que puedan externarla. Lo importante es que los niños sientan nuestro apoyo y cercanía en este proceso tan importante de adaptación al medio, no olvidemos que es la base, en gran medida, del hombre y la mujer del mañana.